Hace una semana, el diario The New York Times adelantó que las encuestas internas realizadas por el equipo de campaña del Presidente en 17 estados clave –como Texas, Michigan y Pennsylvania– mostraron que iba por detrás del principal candidato demócrata, Joe Biden.
La respuesta del Presidente, de acuerdo con el periódico neoyorquino, fue pedir a sus colaboradores que negaran estos datos. Él, por su parte, redobló sus ataques en la red social Twitter contra el NYT y contra lo que llama “las encuestas falsas”.
Por Bruno G. Gallo
Estados Unidos, 17 de junio (Telemundo).– Las encuestas, en general, muestran que el Presidente, Donald Trump, podría perder las elecciones de 2020. Las encuestas de la cadena conservadora Fox News, la más afín al Presidente, muestran también que el resultado podría serle adverso aunque, claro, aún falta un largo trecho.
El candidato demócrata y ex Vicepresidente, Joe Biden, podría convertirse en el próximo Presidente de Estados Unidos en las elecciones del próximo año, plantea la más reciente encuesta publicada por Fox News este lunes.
Biden sería el favorito para ganar en las primarias del partido demócrata con un 32 por ciento, seguido por Bernie Sanders (13 por ciento), Elizabeth Warren (9 por ciento), Pete Buttigieg (8 por ciento) y Kamala Harris (8 por ciento).
El segundo favorito, Bernie Sanders, sufrió una estrepitosa caída desde marzo cuando tenía un 23 por ciento de la intención de voto de los demócratas.
Las primarias del partido demócrata se celebrarán en la primera mitad de 2020.
Para las elecciones presidenciales, el actual mandatario estadounidense, Donald Trump, parte en desventaja frente a todos los posibles candidatos demócratas según la encuesta de Fox News.
En un duelo entre Biden y Trump, el actual Presidente sacaría un 39 por ciento de los votos mientras que el ex Vicepresidente alcanzaría el 49 por ciento. Una situación similar ocurriría en un enfrentamiento entre Sanders (40 por ciento) y Trump (40 por ciento).
Incluso las encuestas del propio Presidente muestran que podría perder las elecciones de 2020. Pero Trump ya tiene un plan de emergencia.
Hace una semana, el diario The New York Times adelantó que las encuestas internas realizadas por el equipo de campaña del Presidente en 17 estados clave mostraron que iba por detrás del principal candidato demócrata, Joe Biden, en territorios decisivos como Texas, Michigan y Pennsylvania.
La respuesta del Presidente, según el diario, fue pedir a sus colaboradores que negaran estos datos. Él, por su parte, redobló sus ataques en la red social Twitter contra el diario y contra “las encuestas falsas”.
El sábado pasado, la cadena ABC obtuvo la encuesta interna de Trump citada por The New York Times, y confirmó que Biden aventajaba a presidente en Pennsylvania (55 por ciento-39 por ciento), Wisconsin (51 por ciento-41 por ciento), o Florida (con una ventaja de siete puntos porcentuales), entre otros.
El equipo de campaña del Presidente replicó que los datos eran antiguos (son de marzo). Pero la respuesta de Trump ha sido despedir a encuestadores, según ABC.
Además, el Presidente ha vuelto a reflotar la idea de quedarse en la Casa Blanca más allá del límite de los dos mandatos (ocho años) que fija la Constitución, alegando que sus seguidores podrían “demandar que siga por más tiempo”.
No es la primera vez que lo dice. En marzo de 2018, por ejemplo, admiró las reformas políticas impulsadas por el Presidente chino, Xi Jianping, para consolidar su régimen (comunista y no democrático).
“Ahora es Presidente para el resto de su vida, Presidente de por vida. No, eso es fantástico” dijo Trump, “y mira, fue capaz de hacerlo, creo que es fantástico, quizá algún día tengamos que intentarlo”.
Sus palabras, dirigidas a mecenas republicanos reunidos en la mansión del Presidente en Mar-A-Lago (Florida), fueron recibidas, como una broma, con risas.
En alguna ocasión, Trump ha hecho mención a Franklin Delano Roosevelt, cuya presidencia supuso una anomalía porque sirvió durante cuatro mandatos (aunque, en realidad, fueron sólo 12 años, porque falleció antes de concluirlos).
Por entonces, era tradición servir un máximo de dos mandatos, pero aún no estaba escrito como ahora en la Constitución (se hizo en 1951, con la enmienda 22).
Roosevelt puede ser una inspiración para Trump, pero seguir su ejemplo sería ahora inconstitucional. Aun así, el Presidente ha seguido haciendo comentarios similares.
Incluso se ha permitido opinar que “el límite de ocho años es bueno”, como si dependiera de él cambiarlo (no depende de él: es necesaria una mayoría de dos tercios en ambas cámaras y el respaldo de tres de cada cuatro estados).
Luego cambió de estrategia.
El abogado Jerry Falwell, uno de sus defensores más prominentes, defendió el sábado en la red social Twitter que Trump merecería que se le añadieran dos años más a su primer mandato por “el tiempo robado durante el golpe corrupto y fallido”, en referencia a la investigación sobre la conocida como trama rusa.
El Presidente volvió a publicar ese mensaje, y después reforzó la idea afirmando que “han robado dos años de mi (nuestra) presidencia”.
Seis años es, por ejemplo, el mandato del Presidente ruso, Vladímir Putin, con un máximo de dos mandatos que él burló con una artimaña: presidió el país de 2000 a 2008 (entonces el mandato era sólo de cuatro años), luego fue Primer Ministro de 2008 a 2012 (con un Presidente a su servicio, Dmitry Medvedev), y volvió a la presidencia en 2012 (y ya ha sido reelegido para su segundo mandato, que acabará supuestamente en 2024, cuando él tenga 72 años).
Seis años es también el mandato del Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, aunque en este caso no hay reelección posible.
Trump tiene ahora 72 años. Acabará su primer mandato con 74, en noviembre de 2020, y presumiblemente se presentará a la reelección. Si es revalidado, su segundo mandato acabaría en 2024 (para entonces, él tendría 78 años).
Las especulaciones sobre su deseo de seguir en el poder más allá de lo establecido por ley se suman a aquellas sobre cómo aceptará, en caso de derrota en las urnas, el hecho de tener que abandonar la Casa Blanca.